Esta mujer, cuyo carácter, pensamiento y vocación pudiera considerarse excéntrico para las costumbres de la época, tuvo quizás ese comportamiento debido a las convicciones e ideologías de sus padres.
Su progenitor estaba fuertemente involucrado en el movimiento contra la esclavitud, era fiel creyente de que las mujeres especialmente sus hijas deberían tener una buena educación; por tal motivo Florence y su hermana aprendieron latín, griego, historia y matemáticas, teniendo como maestro a su padre y a una tía.
Al llegar a los 23 años, Florence descubre su verdadera vocación, comunicándoles a sus progenitores su deseo de convertirse en enfermera, ante ello encontró fuerte oposición, debido a que esta profesión no era bien vista en la sociedad y se asociaba con las mujeres de clase trabajadora.
Florenece, con una tremenda resistencia a los intereses familiares, asume la fuerte determinación de no cejar en su intento e inicia sus estudios en el Instituto de San Vicente de Paúl en Alejandría Egipto; para continuar en el Instituto para Diaconisas Protestantes de Kaiserswerth, Alemania.
En 1854 estalló la guerra Franco Rusa en Crimea. Tras escuchar noticias acerca de las deficientes condiciones sanitarias que imperaban en el Hospital de Üsküdar, envió una carta al secretario de guerra británico ofreciendo sus servicios como voluntaria. Al recibir una respuesta afirmativa, emprendió el viaje acompañada de 38 enfermeras al frente de batalla.
Al llegar a Crimea pudieron constatar el deplorable estado en el que se encontraba el hospital, que no era otra cosa que Galeras con catres amontonados y cero limpiezas, con mala comida y casi sin medicinas.
Uno de los grandes aportes que hizo a la organización del trabajo en la salud fue el desarrollo de la fórmula de modelo de estadística hospitalaria, para que los hospitales recolectaran la natalidad, morbilidad y sus causas; para ello aprovechó sus conocimientos en matemática e inventó un sistema de logaritmos que podía ser medido y analizado, proporcionando un marco de organización para controlar, aprender y con ello mejorar la práctica quirúrgica y hospitalaria.
Su libro Notas de Hospital se convirtió en el libro de texto para enfermeras traducido en multitud de idiomas. Fue la primera mujer en recibir la Orden al Mérito en Inglaterra. En 1907, durante la Conferencia Internacional de las Sociedades de Cruz Roja, se catalogó como pionera de esa organización.
En los últimos tiempos de su vida, ciega y con pérdida de otras facultades, su habitación de enferma era centro de un torbellino de actividades. El 13 de agosto de 1910, fallece a la edad de 90 años.
A inicios de la década de los años 70, el mundo entero, por iniciativa del Consejo Internacional de Enfermeras, comenzó a conmemorar el Día Internacional de la Enfermería el 12 de mayo, como recuerdo a su condición de fundadora de ese ejercicio profesional.
La Enfermera en su Contexto Comunitario.
Las enfermeras comunitarias en algunos lugares del país, aún están absorbidas por el modelo de salud dominante, siendo que en otros están progresando hacia un paradigma de práctica profesional orientado hacia la promoción de la salud. Prueba de ello son las actividades que desarrollan como proveedoras de cuidados directos, el trabajo con familias, grupos comunitarios y sus aportes en la docencia, investigación y administración de servicios con nuevas orientaciones.
La transición paradigmática en el sector salud, ofrece oportunidades a las enfermeras para trabajar en distintos ámbitos comunitarios, (escuelas, comedores, clubes, Organizaciones no gubernamentales, (ONG), etc.), situación que debe ser aprovechada para hacer visible la práctica profesional.
El ejercicio de un liderazgo proactivo posibilita que el rol de la enfermera en el área comunitaria, esté basado en una concepción integracionista y en un proceso de modernización conceptual, que sustente una nueva práctica de la Salud Pública.
La enfermera comunitaria como cuidadora de la salud deberá reexaminar su rol dándole el verdadero valor a sus intervenciones. Cuestionará, analizará, reconstruirá o creará nuevos caminos para ser protagonista en la reforma del sector salud teniendo su identidad propia para lo cual deberá basar su práctica en la salud colectiva.
La transición paradigmática en el sector salud, ofrece oportunidades a las enfermeras para trabajar en distintos ámbitos comunitarios, (escuelas, comedores, clubes, Organizaciones no gubernamentales, (ONG), etc.), situación que debe ser aprovechada para hacer visible la práctica profesional.
El ejercicio de un liderazgo proactivo posibilita que el rol de la enfermera en el área comunitaria, esté basado en una concepción integracionista y en un proceso de modernización conceptual, que sustente una nueva práctica de la Salud Pública.
La enfermera comunitaria como cuidadora de la salud deberá reexaminar su rol dándole el verdadero valor a sus intervenciones. Cuestionará, analizará, reconstruirá o creará nuevos caminos para ser protagonista en la reforma del sector salud teniendo su identidad propia para lo cual deberá basar su práctica en la salud colectiva.
Desde la Municipalidad local; se ha potenciado las incumbencias y el rol de la Enfermeras en el plano social y comunitario en nuestra cuidad; reflejando esto día a día en el abordaje y el protagonismo comunitario en nuestra cuidad.
Por ello es oportuno reconocer y dar un saludo respetuoso de valoración de actitud y responsabilidad con que día a día en cada Centro de Salud en cada barrio; las Enfermeras de la Dirección de Salud Comunitaria de la Secretaria de Salud municipal realizan sus actividades para potenciar y cuidar la salud de nuestra comunidad-
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